Décadas de intensa exploración han permitido descubrir el mayor registro de petroglifos que existe en el mundo, el primer sistema de comunicación no verbal de la historia de la humanidad. Se trata de incisiones ejecutadas en blando. Los grabados de estos petroglifos se realizaron cuando el soporte pétreo permanecía en estado hidroplástico. La mayoría de estos petroglifos permanecen encastrados en las superficies de las estructuras por lo que todo indica que es la obra de una misma civilización.
Hemos establecido tres grandes grupos de petroglifos: figurativos, abstractos, y otro grupo que identificamos con el primer sistema de escritura que conoció la humanidad: el sistema de escritura universal ideográfico de la civilización madre (SEUICM). Es evidente la similitud de estos signos con otros signos que forman parte de antiguos sistemas de escritura como el signario ibérico o el alfabeto fenicio entre otros muchos. Esto indica que el origen de la escritura reside en la civilización madre.
Cabe destacar la presencia de un signo repetitivo cuya forma esquemática es idéntica a la letra X de nuestro alfabeto, un signo que interpretamos como uno de los símbolos sagrados de civilización madre. Se trata de un símbolo omnipresente en la montaña de Montserrat.
Montserrat. Barcelona (Catalunya)